14 jul 2012

EL BOSOM DE HIGGS

 

Descubierto el Bosom de Higgs!

Un extraordinario descubrimiento de la especie humana que los medios y la propaganda laicista se ha encargado de manipular.

A continuación, la traducción de una de las cartas enviadas al filosofo William Lane Craig sobre el tema.

 

Hola Dr. Craig,

Permítame primero que nada, agradecerle por todo el trabajo realizado en el campo de la filosofía. Sus escritos, conferencias y debates, particularmente aquel en el que debatió a Peter Atkins recientemente, me han ayudado mucho a entender cómo Dios ha trabajado en el universo.

Por otro lado, he leído un artículo que afirma que los científicos del CERN, el super-colisionador de partículas han encontrado el Bossom de Higgs, (“La partícula de Dios”). Mis amigos ateos están ahora despotricantes, delirantes y poco menos que festejando ya el hecho de que “Dios ha sido por fin refutado”. Así que mi pregunta es la siguiente: Asumiendo que efectivamente el CERN haya encontrado este boson, ¿qué implicaciones teológicas tiene el hecho?

Muchas gracias

T.C.

USA

 

EL Dr. Craig responde

La reacción de tus amigos ateos ante este descubrimiento, TC, es elocuente testimonio del deplorable estado en que está la educación científica en nuestro país, hecho por el que se han lamentado frecuentemente los científicos profesionales.

Sin intención de aguarle a nadie la fiesta, he de decir que este impresionante logro simplemente, no tiene implicaciones teológicas directas de ningún tipo. El bosón de Higgs es la partícula final postulada en el modelo estándar de la física de partículas, que se confirma empíricamente. El modelo estándar postula varias partículas subatómicas fundamentales, como los quarks, electrones, fotones y similares, a fin de explicar 3 de las fuerzas fundamentales de la naturaleza. A saber, la fuerza nuclear fuerte, la débil y la electromagnética. La cuarta fuerza fundamental, la gravitatoria, queda fuera del modelo estándar.

Una de las partículas teóricas en el modelo estándar es un tipo de partícula llamada bosón, la cual es responsable por un espacio de campo permeable que determina la masa de otras varias partículas que se mueven a través del espacio. Por ejemplo, el fotón tiene una masa cero, mientras que el electrón tiene una pequeña masa. Esta partícula ha sido denominada “boson de Higgs”, en honor a Peter Higgs, el físico que predijo su existencia y su campo correspondiente, el campo de Higgs.

Dado que el bosón de Higgs se desintegra tan rápidamente y que se requiere energías tan extraordinariamente elevadas para crearlo, llevó mucho tiempo, esfuerzo y dinero el llegar a conseguir finalmente una confirmación empírica de que el modelo estándar estaba en lo correcto al postular tal partícula. Es uno de esos casos maravillosos en la ciencia, en que las predicciones teóricas confirman ciertas por los científicos experimentales.

Creo que puede verse que esta confirmación, simplemente no tiene significado teológico, excepto en un modo indirecto (por ejemplo, testimonia el orden matemático y la belleza del universo). En particular, no cambia nada los argumentos cosmológicos sobre el comienzo del universo, o los argumentos teleológicos concernientes al ajuste fino de los distintos valores y constantes del cosmos, ya que dichos argumentos ya actuaban sobre la premisa de que el modelo estándar de la física de partículas era correcto ( al menos, en lo que tenemos por el momento!. Aún necesitamos una Gran Teoría unificada para explicar la física del universo previa a la aparición de la fuerza nuclear fuerte, débil, y electromagnética, como fuerzas distintas. Y antes, todavía necesitamos una teoría cuántica de la gravedad, o lo que se ha dado en llamar, “Teoría del todo” para incorporar la fuerza gravitacional. No tenemos ninguna de ellas aún.).

Todo lo que se buscaba era la confirmación empírica del modelo estándar respecto al bosón de Higgs. Ahora que aparentemente ya lo tenemos, mucho mejor!! Nada ha cambiado.

La impresión contraria, evidentemente compartida por tus amigos, se debe sin duda al apelativo “La partícula de Dios”, dado al bosón de Higgs por Leon Lederman en su libro del año 1993, “La partícula de Dios”. Alguna gente parece pensar que el bosón de Higgs ocupa el lugar de Dios. De hecho, sin embargo, Lederman lo llamó “la Partícula de Dios” por dos razones: 1, Al igual que Dios, la partícula subyace en todo objeto físico existente, y 2, tal como Dios, la partícula es muy difícil de detectar.

Me gusta la nomenclatura de Lederman, ya que pone de relieve dos aspectos de la existencia de Dios: Primero, la conservación en el ser del mundo, y segundo, el ocultamiento de Dios. Respecto del primero, de acuerdo con la teología cristiana, Dios no solo creó el universo en “el ser”, sino que lo mantiene además “en el ser” momento a momento. Si Dios retirara su poder sustentador, el universo quedaría instantáneamente aniquilado. De un modo similar, en un nivel físico, sin el bosón de Higgs, nada tendría nada y el universo carecería de objetos físicos. (Por cierto, no hay peligro alguno en que el Bosón de Higgs pueda suplantar a Dios en la conservación del universo, porque el bosón de Higgs es en sí mismo una partícula contingente, que se desintegra casi tan pronto como se forma, así que no existe necesariamente, y el bosón de Higgs y el campo de Higgs son ellos mismos productos del Big Band, y por ello no necesarios y no eternos.

En lo que respecta al segundo punto, el hecho de que Dios se oculte es parte integrante del problema del mal. No solo El es indetectable a través de los 5 sentidos, ya que no es un objeto físico, sino que a veces, nos parece frustrantemente ausente cuando mas Le necesitamos. Pero la lección que nos da el bosón de Higgs es que la indetectabilidad física no es una prueba de la no-existencia, y algo puede ser real, y estar objetivamente en un sitio, incluso estar penetrantemente presente, incluso cuando no tenemos evidencia directa de su presencia. Sólo porque puede que no veas la mano de Dios en algo cuando estas sufriendo, ello no implica que Dios no esté presente y activo en una situación. Así que el bosón de Higgs es un buen recordatorio de estas características del a existencia de Dios.

Es una lástima, que los ateos que tienen poca comprensión de la ciencia o la teología, se pongan a festejar sobre algo que no ha ocurrido y se pierda lo que debería ser realmente una celebración sobre el triunfo de la razón y el descubrimiento humano.

Leer otro articulo sobre el bosón de Higgs aquí y aquí