Este artículo me ha parecido muy bueno, y lo pego íntegro. Proviene del blog “Jorge, de profesión cura”
Deja bien claro el doble rasero con que la sociedad más secular responde ante las religiones. El budismo y otras creencias espiritualistas gozan de cierto respeto, porque tienen un halo “clic” y “progre”. El islam viene de la mano del petróleo y las represiones terroristas, pero la iglesia ….ah!, la iglesia es un blanco fácil.
Ayer leía en internet que los hermanos musulmanes aplicarán la sharia en todo Egipto. Eso quiere decir que todos los preceptos religiosos islámicos se convierten en leyes civiles. Por ejemplo, quedará prohibido el alcohol en todo el país, se castigará incluso con pena de muerte las prácticas homosexuales o el adulterio, la pena por robo puede ser la amputación de una mano, se reglamenta el vestido, se regula el papel de la mujer que es exactamente nada, se prohíbe la conversión a otras religiones bajo pena de muerte….
Lo curioso de todo esto es que aún no he visto protestar a ninguna asociación pro derechos humanos por este asunto.
¿Cuántas veces no hemos escuchado las voces airadas contra la iglesia católica y el papa por decir que la unión de dos personas del mismo sexo no puede ser denominada matrimonio, o por afirmar que el SIDA en África no se resuelve simplemente repartiendo preservativos? ¿Pero a que jamás han escuchado una palabra de los colectivos de gays protestando por la pena de muerte a los gays en países islámicos?
¿Cuántas veces no nos han abrumado las feministas chillando contra la discriminación de la mujer en la iglesia católica? Pues servidor no recuerda una palabra en contra de la discriminación de la mujer en el islam, que no puede vestir como quiere, ni conducir un coche, ni tomar la más mínima decisión sin estar acompañada de su marido, su padre o su hermano.
Harto estoy de escuchar que las confesiones religiosas no tienen por qué regular la vida civil de los ciudadanos en aspectos como la comida, el vestido, las relaciones personales. Mañana tendremos a la prensa más progre criticando la misa de hoy de las familias como un nuevo intento de la jerarquía católica ultramontana de imponer sus modelos a toda la sociedad.
Pero ya ven. Ni una palabra de reproche al mundo islámico. Las cosas al revés. Con los católicos, palo y tentetieso. Con el islam, alianza de civilizaciones.
¿Por qué servidor no puede tomarse una cerveza en Siria? ¿Por qué un musulmán no puede hacerse cristiano? ¿Por qué la práctica de la homosexualidad en países como Arabia se castiga con la pena de muerte? ¿Por qué las relaciones fuera del matrimonio llevan consigo la pena de lapidación? ¿Es normal la amputación de una mano al ladrón?
Pues nada, calladitos todos como muertos. Ahora la sharia en Egipto. Me apuesto roscón de reyes y chocolate a que nadie va a protestar en la embajada de Egipto o en la mezquita de la M-30. Eso sí, mañana a chillar porque el ultramontano Rouco quiere imponer sus modelos a la sociedad.
Esto se llama dos varas de medir en la reivindicación de los derechos humanos, y se llama directamente CANGUELO. Porque hay que tenerlos extraordinariamente bien puestos para llamar a un musulmán machista o dictador, y estar dispuesto a prescindir de ellos.