2 ene 2011

Un argumento evolutivo contra el naturalismo. IV. Plantinga

 

 

Plantinga:

La segunda… pensemos en ella de la siguiente manera: Si eres un naturalista, también es lo mas probable que seas un materialista en relación a los seres humanos, pensarás que los seres humanos son objetos materiales, no pensarías que los humanos tienen un alma o un “yo” inmaterial, o que el ser humano es un yo inmaterial una mente… pensarás que el ser humano es un objeto material.

Bien, pues desde ese punto de vista, ¿qué tipo de cosa sería una creencia? Todos tenemos creencias, ¿qué tipo de cosas son estas creencias? ¿De qué están hechos? ¿Cómo son? Bueno, pues la única posibilidad que uno podría pensar es que las creencias fueran estructuras o hechos de larga duración en nuestro sistema nervioso, en el cerebro por ejemplo o alguna otra parte del sistema nervioso. O sea, que una creencia seria como un montón de neuronas trabajando juntas, un grupo colectivo de neuronas que están como estructuradas… y tal cosa, si es una creencia tendría dos tipos de propiedades, habría dos tipos de cosas que se podría decir sobre ellas, dos tipos de atributos. Por un lado, tendrá propiedades neurofisiológicos o electroquímicas, propiedades que especificarían cuantas neuronas habría en esta estructura particular, y cuál sería el ratio de estimulación de estas neuronas en las distintas partes de esta estructura, cómo están estas neuronas relacionadas y conectadas unas con otras, y…también, cómo están a su vez conectadas con otras estructuras similares, cómo están conectadas por ejemplo a músculos, de modo que puedan enviar impulsos eléctricos a cadenas de neuronas hacia los músculos, causando contracción muscular y con ello, comportamiento. ¿Vale? Estas serian propiedades electroquímicas o neurofisiológicas de una creencia, de una estructura de este tipo que es en lo que consiste una creencia, una estructura neuronal o evento de larga duración. Un tipo de propiedad. Pero, si esta cosa es realmente una creencia, si esta estructura es una creencia debe tener otro tipo de propiedad bastante diferente. Tiene que consistir en la creencia en “p”, dada alguna proposición “p”, ha de tener un cierto contenido, tiene que estar relacionado con una determinada proposición, de tal manera, que supone la creencia de que esa proposición, es verdadera. Así, tal vez la proposición es que en el pasado había una cervecería donde el teatro de opera Metropolitana esta ahora, ese sería el contenido de una cierta creencia, la creencia de que una vez había una cervecería donde ahora se levanta el teatro de ópera metropolitano. Así que son dos tipos de propiedades bastante diferentes: propiedades neurofisiológicas por un lado, y propiedades de contenido por otro. Una creencia, entonces, tendría estos dos tipos de propiedades. Y la segunda de entre estas 4 posibilidades, puede presentarse así: Las creencias sí que causan comportamientos, después de todo, una creencia sería una estructura neurológica que envía impulsos eléctricos, mensajes si queréis llamarlos así, a través de los nervios y hacia el comportamiento, quiero decir, a través de los nervios, hacia los músculos, dando lugar a la contracción muscular y con ello, a un comportamiento. Si que causan comportamientos, en contra de lo que decía la primera posibilidad, pero sólo en virtud de esas propiedades neurofisiológicas o electroquímicas, solo en virtud de esas propiedades, no en virtud de su propiedad de contenido. Ahora bien, podríais pensar, ¿qué quiere decir eso de “en virtud”? Bien, no tengo tiempo de entrar en esto con mucha profundidad, pero… podríais pensar…podríais pensar en una roca o una pelota, que golpee una ventana y cause que se rompa. Esta pelota, podría muy bien tener diferentes tipos de propiedades… podría ser la pelota de beisbol favorita de Sam…, otra propiedad podría ser haber sido hecha en una fábrica determinada, puede otra ser que ha existido por un cierto periodo de tiempo…, pero ninguna de estas propiedades tiene nada que ver con el hecho de que haya roto la ventana. La propiedad en virtud de la cual se ha roto la ventana, serían propiedades como su masa, su dureza, su densidad, la velocidad con la que ha golpeada la ventana… y cosas así. Así pues, esto ilustra el punto de cómo un objeto puede causar que algo ocurra en virtud de alguna de sus propiedades pero no en virtud de otras. Algunas de sus propiedades, son relevantes a esa actividad causal, y otras propiedades no lo son. Ahora bien, la segunda sugerencia aquí es que las creencias causan comportamientos pero solo en virtud de esas propiedades fisiológicas, no en función de su contenido. Y aquí también, en este caso también, la probabilidad de “R” va a ser bastante baja, porque la evolución puede modificar las creencias, y los procesos de producción de creencias en la dirección de una mejor adaptación, pero en hacerlo así, no hay ninguna probabilidad en absoluto de que modificara también los contenidos en la dirección de una mayor verdad, de una mayor fiabilidad por parte de las estructuras que producen estas creencias.

A continuación hay una tercera posibilidad, creo que nos saltaremos esa de momento,…y una cuarta que es que las creencias de nuestras criaturas hipotéticas causan comportamientos, en virtud de sus contenidos además de en virtud de sus propiedades neurofisiológicas, y que son adaptativos. ¿Cuál es la probabilidad aquí, en esta posibilidad, de que sus facultades cognitivas sean fiables? Bien, aquí he de decir que no tan altas como podríais pensar. Las creencias no causan solo ellas mismas comportamientos de un modo causal, son creencias, deseos y otros factores los que lo hacen todos juntos.

Entonces, el problema, es que claramente habrá un número de distintos patrones de creencias y deseos (asociadas con una acción concreta) que darían lugar a la misma acción, y entre ellos, habrá muchos en los que las creencias serán tremendamente falsas. Así por ejemplo, imaginad que Pablo es un homínido prehistórico. Las exigencias de supervivencia le piden que exhiba un comportamiento de evitación del tigre… (eso solo significa que hay un tigre persiguiéndole….). Habrá distintos comportamientos que serán apropiados: Huir, por ejemplo (es una manera de deshacerse de un tigre), o escalar una pared de roca escarpada (asumiendo que los tigres no son muy buenos en la escalada de rocas), o gatear hasta un agujero demasiado pequeño para admitir al tigre (este es un tigre grande…), o saltar a un lago cercano. Ahora bien, cuando escribí esto, tenía la impresión de que a los tigres, como los gatos domésticos, no les gusta el agua, y no saltarían a un lago detrás de ti, pero de hecho, eso ha resultado ser falso… así que borren esa…. Si un tigre les persigue, no traten de escapar saltando a un lago que tengan a mano…mala idea…. Elijan cualquiera de tales conductas apropiadas (como huir, escalar la roca….) que llamaremos B. Pablo se involucra en ese comportamiento B, pensamos, porque, al tratarse de un colega sensible, siente cierta aversión a ser comido, y cree que B es una buena manera de frustrar las intenciones del tigre. Ahora bien, aquí señalo que habría diferentes grupos de creencias y deseos que llevarían a la misma acción. Así que veamos algunas sugerencias de otras combinaciones de creencias-deseos que llevarían a la misma acción. Claramente este comportamiento de evasión podría resultar de otros miles de combinaciones de creencias-deseos, quizás a Pablo le agrada la idea de ser comido, pero cuando ve al tigre, siempre corre para intentar verlo desde una mejor perspectiva, porque cree que es improbable que el tigre que ve le coma. Esto pondría sus partes del cuerpo en el lugar correcto en lo que concierne a la supervivencia, sin que en ello participe una creencia verdadera. O tal vez crea que el tigre es un enorme pero tierno y mimoso gatito, y quiere acariciarlo, pero también cree que la mejor manera de hacerlo es huir de él. Nosotros teníamos un gato así…si uno caminaba o corría hacia él, el huía. Pero si tú te alejabas, el te seguía. O quizás cree que el tigre es una ilusión regular y recurrente, y en la esperanza de mantener su cordura, ha decidido correr una milla a toda velocidad cada vez que se le presente tal alucinación. O tal vez piense que está a punto de participar en una carrera de 1600 metros, quiere ganar y cree que la aparición del tigre es la señal de inicio. O quizás… punto, punto, punto… donde la idea de los puntos suspensivos es que pueden pensar en muchas combinaciones de creencias-deseos que darían lugar a la misma acción de huida. Así que hay un gran número de sistemas de creencias-deseos que llevan de igual manera a un determinado comportamiento. ¿Cuál es entonces la probabilidad, en este cuarto supuesto de que “R” sea cierto, dados N y E en este cuarto supuesto? Bueno, no es muy alta, no sabría cómo decir que es pero no es muy alta. En los otros dos casos, puedo decir que la probabilidad es baja, aquí, todo lo que digo, es que no es muy alta.

Así que, tratando de combinar estas probabilidades entonces, estos cuatro casos, de un modo apropiado, sería razonable suponer que la probabilidad de “R”, que las facultades cognitivas de estas criaturas fueran fiables, es relativamente baja, algo menos de la mitad.

Volvamos ahora a la duda de Darwin. El razonamiento que aplicamos a estas criaturas hipotéticas, (hasta ahora hemos estado hablando de estas criaturas hipotéticas) por supuesto hemos de aplicar a nosotros mismos. Así que, si pensamos que la probabilidad de “R” en referencia a ellos en relativamente baja dados “N” y “E”, deberíamos pensar lo mismo sobre la probabilidad de “R” respecto a nosotros. Este tipo de razonamiento, quizás, es lo que subyace en la duda de Darwin. Así pues, deberíamos pensar que la probabilidad de “R” dados “N y E” para nosotros es baja. Esa es la primera premisa del argumento: P de “R” dados “N” y “E”, es baja. Y lo próximo que quiero argumentar es esto:…

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