6 ene 2011

Esquema de Alvin Plantinga para charla sobre argumento evolutivo sobre el naturalismo

 

UN ARGUMENTO EVOLUTIVO CONTRA EL NATURALISMO

Alvin Plantinga

En una charla ofrecida en “The Veritas Forum” de la universidad del estado de Oregon en enero de 1996, El profesor Alvin Planinga presenta un argumento evolutivo contra el naturalismo. En un complejo pero muy importante argumento filosófico, argumenta que no es racional aceptar las creencias en bajo el naturalismo y la evolución, porque tales creencias no proporcionan bases racionales para confiar en la facultades cognitivas.

Lo que sigue a continuación es un esquema de la charla dada por el profesor Plantinga y titulada “Un argumento evolutivo contra el naturalismo”

Para acceder al esquema original en inglés, pinchar aquí.

A. EL PROBLEMA

Teísmo: Nosotros los seres humanos, hemos sido creados por un ser totalmente bueno, todo poderoso y conocedor de todo, Alguien con conocimiento, intenciones y que obra para la consecución de esos objetivos. Dios y creación.

Naturalismo: La película teísta sin Dios. Carl Sagan, Stephen Jay Gould, David Armstrong, the later Darwin, John Dewey, Bertrand Russell

Facultades cognitivas: Las facultades de capacidades por las cuales obtenemos conocimientos o creencias: memoria, percepción, razón…

Tomás de Aquino: Dado que se dice que los seres humanos son a imagen de Dios en virtud de que poseen una naturaleza que posee intelecto, tal naturaleza es a imagen de Dios en virtud de poder con ello ser lo mas posible a imagen de Dios (ST Ia q.93 a.4)

Y

Solo en criaturas racionales se encuentra una similitud a Dios que cuenta como “ser a su imagen”….En cuanto a lo que se refiere a una semejanza con la naturaleza divina, las criaturas racionales parece que , de algún modo, estar dotadas de una representación de tipo de virtud a imitación de Dios, no solo en que Él como nosotros es y vive, sino especialmente en que además, comprende. (ST Ia q.93 a.6).

La mayoría de nosotros piensa, (o pensaría al reflexionar sobre ello) que al menos una de las funciones o propósitos de nuestras facultades cognitivas es proporcionarnos creencias verdaderas. Más aún, pensaríamos que, cuando funcionan correctamente, eso es precisamente lo que hacen.

Facultades mucho mejor adaptadas para alcanzar la verdad en un área que en otras.: La aritmética elemental y la lógica, y la percepción del tamaño medio de los objetos en condiciones normales. El recordar cierto tipo de cosas.

Pero el tema se vuelve más difícil sin embargo, cuando se trata de una reconstrucción exacta de cómo eran por ejemplo, un griego del S.V. antes de Cristo (y ya no digamos un murciélago…). Y trabajar en los límites de nuestras capacidades: Cosmología contemporánea, por ejemplo. Y aun así….

Pero no supone esto un problema para los naturalistas? En cualquier caso, para el naturalista que piensa que nosotros y nuestras facultades cognitivas llegaron a escena tras billones de años de evolución (por medio de selección natural, variación genética y otros procesos ciegos, funcionando en dichas fuentes de variaciones genéticas y mutaciones genéticas aleatorias)?

Richard Dawkins ( según Peter Medawar, “uno de los mas brillantes en la nueva generación de biólogos”) él una vez se inclino sobre A. J. Ayer y le comentó, en una de esas cenas elegantes, con luz de las velas en la Universidad de Oxford, que no podría imaginarse siendo ateo antes de 1859, (el año en que “el origen de las especies” de Darwin fue publicado),… “aunque el ateísmo podría haber sido lógicamente defendido antes de Darwin- dijo- Darwin hizo posible el ser un ateo intelectualmente satisfecho”.

“L relojero ciego” Dawkins continua diciendo: “ a pesar de apariencias de lo contrario, el único relojero en la naturaleza son las fuerzas ciegas de la física, aunque desplegadas en un modo muy especial: Un verdadero relojero tiene previsión: diseña sus resortes y engranajes y planea sus interconexiones, con un futuro propósito en la mente. La selección natural, los procesos ciegos, automáticos e inconscientes que Darwin descubrió y que ahora sabemos son la explicación de la existencia aparentemente con propósito de todas las formas de vida, no tienen propósito alguno. Si pudiera decirse que juegan un papel de relojero en la naturaleza, sería el de un relojero ciego. Dawkins

Ahora bien, Dawkins cree que Darwin permite ser un ateo intelectualmente satisfecho. Pero tal vez Dawkins esté totalmente equivocado aquí. Tal vez la verdad se encuentra en la dirección contraria: Su ultimo propósito de supervivencia; no el de la producción de creencias ciertas.

Patricia Churchland: “reducido a lo más esencial, un sistema nervioso permite al organismo triunfar en las 4 efes (en ingles…): alimentación, huida, lucha y reproducción. El principal cometido de los sistemas nerviosos es conseguir que las partes del cuerpo estén donde han de estar para que el organismo sobreviva. Las mejoras en el control sensomotor, confiere una ventaja evolutiva: un estilo más sofisticado de representación es ventajoso, siempre y cuando esté orientado al modo de vida del individuo y mejore las posibilidades de supervivencia del organismo - Y enfatiza Churchland- “La verdad, sea lo que sea, definitivamente toma posición de retaguardia”

W.V.O Quine y Karl Popper, Popper: Dado que hemos evolucionado y sobrevivido, podemos estar bastante seguros de que nuestras hipótesis y conjeturas en cuanto a cómo es el mundo, son correctas. Y Quine dice que encuentra ánimo en Darwin: Hay un cierto estímulo en Darwin. Si las cualidades innatas de la gente son un rasgo unido a los genes, entonces, aquellas que han logrado las inducciones con más éxito predominan en la selección natural. Las criaturas equivocadas en sus inducciones tienen la lamentable tendencia, aunque digna de alabanza, de morir antes de la reproducción de su especie.
Quine encuentra mucho mas estimulo en Darwin de lo que lo hizo el mismo Darwin: “En mí- dice Darwin- siempre surge la horrible duda de si las convicciones de la mente del hombre desarrollada a partir de la mente de animales inferiores, tienen algún valor y son dignas de confianza. ¿Confiaría alguien en las convicciones de la mente de un mono, si es que hay convicciones en tal mente?”

Quine y Popper por un lado, y Darwin y Chrurland por otro, ¿Quién lleva razón? Pero ¿podemos afinar aun más en la pregunta? ¿De qué se trata el argumento? Darwin y Churland parecen creer que la evolución (naturalista) nos da una razón para dudar que las facultades cognitivas humanas sean fiables ( y den lugar las mas de las veces a creencias ciertas): llamamos a eso “la duda de Darwin”. Quine y Popper, por otra parte, aparentemente mantienen que la evolución nos da razones para creer que las facultades cognitivas humanas producen, las mas de las veces, creencias verdaderas. ¿Cómo hemos de entender esta disputa?

B. LA DUDA DE DARWIN

Una posibilidad: Quizás Darwin y Churland querían proponer que una determinada probabilidad condicional es baja: La probabilidad de que las facultades cognitivas humanas sean fiables teniendo en cuenta que las facultades cognitivas humanas han sido producidas por la evolución (La evolución ciega de Dawkin, no guiada por la mano de Dios ni ninguna otra persona). Si la evolución (la naturalista) es cierta, entonces, nuestras facultades cognitivas habrán surgido de mecanismos ciegos, como la selección natural, actuando sobre fuentes de variación genética, tales como la mutación genética aleatoria. El ultimo propósito o función (o tarea, según Churland) de nuestras facultades cognitivas, si es que de hecho tuvieran un propósito, sería el de la supervivencia, bien del individuo o de la especie, del gen o del genotipo. Pero entonces, es poco probable que tengan como función la producción de creencias verdaderas. Así pues, la probabilidad de que nuestras facultades sean fiables, dada la evolución naturalista, son bastante bajas. Popper y Quine, por otra parte, juzgan esa probabilidad como bastante alta.

P(R/N y E): [la probabilidad de R (que nuestras facultades cognitivas sean fiables), si se cree en la evolución y el naturalismo]

“N” es el naturalismo metafísico, (crucial a esta visión de naturalismo metafísico, desde luego es la visión de que no hay tal persona como el Dios del teísmo tradicional). “E”, Las facultades cognitivas humanas han surgido a través de la evolución (tal como se concibe en la ciencia evolutiva moderna). “R” es la exposición de que nuestras facultades cognitivas son fiables.

Así pues, la cuestión es esta: ¿Cuál es la probabilidad de que se de R, si presuponemos N y E? Churland y Darwin proponen que esa probabilidad es relativamente baja. Quine y Popper, creen que es suficientemente alta.

 

1. LA DUDA DESARROLLADA

 

Supongamos que pensamos primero que nada, no sobre nosotros mismos y nuestros ancestros, sino en una población hipotética de criaturas semejantes a nosotros, en un planeta similar a la tierra, (Darwin proponía que pensáramos en otra especie, como los monos). Supongamos que estas criaturas poseen facultades cognitivas, tienen creencias, cambian de creencias, hacen deducciones, etc…y supongamos que estas criaturas han surgido a través de procesos de selección como los aprobados por el pensamiento evolutivo contemporáneo. ¿Cuál es la posibilidad de que sus facultades sean fiables? ¿Cuál es la “p” de “R”, en “N” y “E” no para nosotros, sino para estas criaturas?. De acuerdo con Quine y Popper, bastante alta: las creencias están conectadas con la acción de tal manera que una creencia falsa conduciría a un comportamiento maladaptativo, en cuyo caso es probable que los ancestros de esas criaturas hubieran mostrado una lamentable tendencia, aunque digna de alabanza, que menciona Quine.

Pero: Primero, tal vez es posible que su comportamiento fuera adaptativo, pero nada se deduce sobre sus creencias. Todo depende del modo en que el comportamiento esté relacionado con las creencias.

(a) Tal vez sus creencias no causan sus comportamientos. (Epifenomenalismo: T.H. Huxley). De ser así, las creencias serian invisibles a la evolución. Y el hecho de que estas creencias surgieran durante la historia de la evolución de estas criaturas, no confiere en absoluto probabilidad alguna de que sean mayormente ciertas, o mayormente casi ciertas, en lugar de mayormente falsas. De hecho, la probabilidad de que fueran mayormente ciertas tendría que ser estimada como bastante baja. La probabilidad de que un gran conjunto de proposiciones arbitrariamente elegidas contenga mayormente más creencias verdaderas que falsas, es baja.

(Así, podría darse el caso de que una de estas criaturas creyera que está en una de esas elegantes cenas de Oxford, cuando en realidad esta abriéndose camino penosamente a través de un pantano primigenio luchando desesperadamente contra cocodrilos hambrientos). J.M Smith:”hace unos años, escribió que no entendía por qué los organismos tienen sentimientos. Después de todo, los biólogos ortodoxos creen que el comportamiento, aun siendo complejo, se rige exclusivamente por la bioquímica, y que las sensaciones que confluyen- miedo, dolor, asombro, amor… -son solo sombras emitidas por la bioquímica, no vitales al comportamiento del individuo…” Time, Diciembre, 92.

(b) Las creencias sí que causan comportamientos, pero solo en virtud de sus propiedades electroquímicas, no en virtud de su contenido. Esta posibilidad se denomina, “la opinión recibida” de Rob Cummins (Significado y representación mental); Si uno acepta el materialismo, es difícil ver otra alternativa.

(c) Una tercera posibilidad: Podría ser que las creencias causaran comportamientos por medio de contenido, pero es maladaptativo. Una vez más, probabilidad baja.

(d) Las creencias de nuestras hipotéticas criaturas causan sus creencias y también son adaptativas. ¿Posibilidad (en este supuesto, dados N y E) de que sus facultades cognitivas sean fiables?

No tan altas como cabria pensar. Las creencias no producen a nivel causal comportamientos solo por ellas mismas. Son las creencias junto con deseos y otros factores los que hacen eso juntos.

Entonces, el problema, es que claramente habrá un número de distintos patrones de creencias y deseos que darían lugar a la misma acción, y entre ellos, habrá muchos en los que las creencias serán tremendamente falsas. Pablo es un homínido prehistórico. Las exigencias de supervivencia le piden que exhiba un comportamiento de evitación del tigre. Habrá distintos comportamientos que serán apropiados: Huir, por ejemplo, o escalar una pared de roca escarpada, o gatear hasta un agujero demasiado pequeño para admitir al tigre o saltar a un lago cercano. Elijan cualquiera de tales conductas apropiadas que llamaremos B. Pablo se involucra en ese comportamiento B, pensamos, porque, al tratarse de un colega sensible, siente cierta aversión a ser comido, y cree que B es una buena manera de frustrar las intenciones del tigre. Pero, claramente este comportamiento de evasión podría resultar de otros miles de combinaciones de creencias-deseos. Indefinidamente, muchos otros sistemas de creencias-deseos se ajustarían a B igualmente bien. Quizás a Pablo le agrada la idea de ser comido, pero cuando ve al tigre, siempre corre para intentar verlo desde una mejor perspectiva, porque cree que es improbable que el tigre que ve le coma. Esto pondría sus partes del cuerpo en el lugar correcto en lo que concierne a la supervivencia, sin que en ello participe una creencia verdadera. O tal vez crea que el tigre es un enorme pero tierno y mimoso gatito, y quiere acariciarlo, pero también cree que la mejor manera de hacerlo es huir de él. O quizás confunde correr hacia él, con alejarse de él, creyendo en la acción de alejarse de él, que está corriendo hacia él, O quizás cree que el tigre es una ilusión regular y recurrente, y en la esperanza de mantener su cordura, ha decidido correr una milla a toda velocidad cada vez que se le presente tal alucinación. O tal vez piense que está a punto de participar en una carrera de 1600 metros, quiere ganar y cree que la aparición del tigre es la señal de inicio. O quizás…

Claramente hay un número de sistemas de creencias-cum-deseos que se ajustarían de igual modo a un comportamiento dado.

Tratando de combinar estas probabilidades entonces, de un modo apropiado, sería razonable suponer que la probabilidad de “R”, de que las facultades cognitivas de estas criaturas fueran fiables, es relativamente baja, algo menos de la mitad.

Volvamos ahora a la duda de Darwin. El razonamiento que aplicamos a estas criaturas hipotéticas, por supuesto hemos de aplicar a nosotros mismos. Así que, si pensamos que la probabilidad de “R” en referencia a ellos en relativamente baja dados “N” y “E”, deberíamos pensar lo mismo sobre la probabilidad de “R” respecto a nosotros. Este tipo de razonamiento, quizás, es lo que subyace en la duda de Darwin. Así pues, deberíamos pensar que la probabilidad de “R” dados “N y E” para nosotros es baja. Y si aceptamos N y E, eso nos da un elemento de rechazo para nuestra creencia en R, una razón para dudarla, para ser agnóstico respecto a ella. Si “R” es poco probable dado el modo en que nuestras facultades han llegado a formarse, entonces tenemos un motivo para rechazar o negar “R”.

 

C. EL ARGUMENTO CONTRA EL NATURALISMO

1. LA DUDA DESARROLLADA DE NUEVO.

 

Por supuesto, el argumento a favor de una baja estimación de P (R/N y E) es bastante débil. En particular, en las varias probabilidades que intervienen en la estimación de P (R/N&E) para esa población hipotética son bastante inestables. Así, la opción correcta aquí seria de simple agnosticismo; la probabilidad es inescrutable, simplemente, no podemos decir cuál es.

Esto también parece razonable. ¿Cuál sería entonces la actitud apropiada hacia R? (especificada en relación con esa población hipotética)? Alguien que aceptara N y E y también pensara que la actitud correcta hacia P(R/N y E) habría de ser de agnosticismo, claramente, tiene una buena razón para ser agnóstico respecto de R también.

Pero ahora supongamos, que de nuevo aplicamos este tipo de razonamiento hacia nosotros mismo y nuestra condición. Supón que pensamos que N y E son ciertos. Nosotros hemos evolucionado de acuerdo a los mecanismos sugeridos por la teoría de evolución contemporánea, no guiada y orquestada por Dios o ningún otro. Supón que pensamos que no hay modo de terminar P (R/ N y E) (especificado a nuestro caso). ¿Cuál sería la actitud a tomar en relación a R? Bien, si no disponemos de información más allá de esa, entonces, ¿no sería la actitud correcta aquí, tal como lo era respecto a la población hipotética, el ser agnóstico y reprimir esa creencia? Si esta probabilidad es inescrutable, entonces tenemos un elemento de rechazo para R, igual que el caso en que esa probabilidad era baja.

Así pues, P (R/ N y E) es o bien baja o bien inescrutable, y si aceptamos N y E, entonces, en cualquiera de los dos casos, tenemos un elemento de rechazo para R.

 

2. ALGUNAS ANALOGIAS

 

(a) Un creyente en Dios que llega a pensar que tal creencia es producida por “cumplimiento de un deseo”. Supón que considera la probabilidad objetiva de que “el cumplimiento de deseo”, como mecanismo que produce creencias: bajo o inescrutable: de tal modo, que no podemos decir cual es (la probabilidad). En ambos casos, tal persona tiene un elemento de rechazo para cualquier creencia que `considere producida por ese mecanismo en cuestión, una razón para rechazarla, para no aferrarse a ella y reprimirla.

(b) Las piezas de una línea de ensamblaje: el segundo tipo de piezas: Aquí, no llega la creencia de que la probabilidad de que una pieza sea roja, dado que parece roja sea baja, en cambio, es agnóstico sobre esa probabilidad. (Plantinga no explica este supuesto en su charla)

(c) Crees que has sido creado por un demonio maligno cartesiano que se complace en engañar a aquellos que crea. La mayoría de las creencias que poseen sus criaturas son falsas. Entonces, tienes un elemento de rechazo para cada creencia que tengas. Y lo mismo ocurre ya pienses que la probabilidad sea baja o inescrutable.

Pero ahora, supón que volvemos a la persona convencida de N y E que es agnóstica sobre la probabilidad de R, dados N y E [P (R/ N y E)]: Algo similar se aplicaría a él. El está en la misma posición en lo que respecta a cualquier creencia B que tenga, que el creyente en Dios mencionado en el ejemplo. El está en la misma condición que la persona que cree haber sido creada por un demonio maligno cartesiano. Así que el también, tiene un elemento de rechazo para B, y una buena razón para ser agnóstico respecto a tal creencia B.

 

3. EL ARGUMENTO

 

Ahora vayamos al argumento que debiente que es irracional creer N y E. La probabilidad de R, dados N y E [P (R/ N y E)], es o bien baja o inescrutable. En cualquiera de los dos casos ( si aceptas N y E) tienes un elemento de rechazo para R, y por ello, para cualquier creencia B que tuvieras.

Pero B puede ser precisamente N y E (evolución y naturalismo), de modo que alguien que acepte N y E, tiene un elemento de rechazo para N y E, una razón para dudarlo o ser agnóstico respecto a ello. Si no tiene otra evidencia independiente, N y E son auto-contradictorias, y por ello, irracional.

¿Se podría obtener un elemento de rechazo para este elemento de rechazo-un elemento de rechazo del elemento de rechazo? ¿Quizás, recurriendo a la ciencia, por ejemplo, determinando por medios científicos que sus facultades son realmente fiables?

Pero desde luego, eso ya presupondría que sus facultades son fiables. Tomas Reid (Ensayo sobre los poderes intelectuales del hombre)

“Si la honestidad de un hombre fuera puesta en duda, sería ridículo tomar como referencia la palabra de ese hombre sobre si es honesto o no”. La misma absurdez habría en tratar de demostrar por cualquier tipo de razonamiento, ya sea de probabilidades o por demostración, que nuestra razón no es una falacia, ya que el tema en cuestión es precisamente, si el razonamiento puede ser fiable…(276)

Así pues, ¿Hay alguna manera razonable en la que, aceptando “N” y “E”, podamos abogar por “R”? Cualquier argumento que pueda producir, tendrá premisas, y estas premisas, expone, le proporcionan buenas razones para creer en “R”. Pero, desde luego, uno tiene para esas mismas premisas, el mismo elemento de rechazo que para creer en “R”.

Así pues, este elemento de rechazo no puede ser rechazado.

También podríamos ponerlo de la siguiente manera: “cualquier argumento que uno ofrezca a favor de “R”, es circular en cierta medida… La evolución naturalista da a sus seguidores una razón para dudar que nuestras creencias sean en su mayoría verdaderas, tal vez son en su mayoría erróneas, ya que la misma razón de desconfiar de nuestras facultades cognitivas en general, seria razón para desconfiar también de las facultades que dan lugar a la creencia de la validez del argumento.

Por tanto, el devoto de “N” y “E”, tiene un elemento de rechazo D para “N” y “E”, un elemento de rechazo que no puede ser rechazado. “N” y “E”, por ello son autocontradictorios y no pueden ser aceptados racionalmente.

Aquel que contemplara aceptar “N” y se viera desgarrado, digamos, entre “N” y el teísmo, debería razonar como sigue: Si aceptara “N”, tendría buenas razones (y sin elemento de rechazo) para ser agnóstico sobre “N”, así que no debería aceptarlo. (Un argumento a favor de la irracionalidad de N, no a favor de que sea falso)

El teísta tradicional por otra parte, no tiene motivos para dudar que sea un propósito de nuestro sistema cognitivo el producir creencias verdaderas, ni ninguna razón para pensar que la probabilidad de que una creencia sea verdad, dado que es un producto de sus facultades cognitivas, sea baja o inescrutable. Puede de hecho, secundar alguna forma de evolución, pero de hacerlo, sería una forma de evolución guiada y orquestada por Dios, y, como teísta tradicional, judío, musulmán o cristiano, creerá que Dios es el Primer conocedor de todo, y ha creado a los seres humanos a Su semejanza, parte importante de lo cual supone el hecho de que nos ha dado aquello que es necesario para alcanzar conocimiento, tal como ha hecho.

La conclusión a extraer es por tanto, que la conjunción de naturalismo y evolución es contradictoria, y proporciona para ella misma un elemento de rechazo que no se puede a su vez rechazar. Por ello es inaceptable e irracional.

© Alvin Plantinga.

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